Blog de Polestar Pilates
Típicos tópicos en el Pilates para embarazadas
Cuándo una mujer afronta un embarazo, y sobre todo si es el primero, busca mucha información en internet y pregunta al médico, a la farmacéutica y también a sus amigas que ya han tenido hijos todas las dudas que tiene. Entre ellas está el tema del ejercicio y en concreto, el que hoy nos atrae: ¿Se puede practicar Pilates cuando se está embarazada? ¿Hay ejercicios buenos y malos?
Como ya hemos indicado en nuestro blog anteriormente, practicar Pilates durante el periodo de gestación es una práctica recomendada, no sólo para que la madre se encuentre bien durante el embarazo y tenga una buena movilidad, sino también para favorecer un buen parto.
Sin embargo, al bucear por internet, como suele ocurrir con cualquier tema que busques en la red, aparecen contenidos que alertan sobre el peligro que puede suponer practicar ciertos ejercicios, posturas, etc. Con este tipo de afirmaciones lo más normal es que se logre infundir miedo a las mujeres en periodo de gestación con respecto a la práctica de Pilates, cuando por norma general y salvo ciertas excepciones, esta actividad física es muy beneficiosa para la mamá gestante.
Lejos de querer discutir sobre si es todo cómo cuentan o no, desde Polestar Pilates hemos considerado importante concretar algunos puntos que se repiten en la red, que se ofrecen como verdades absolutas, y cuya generalización no ayuda a nadie. Algunas de estas afirmaciones pueden incluso crear inseguridad en las mujeres embarazadas cuando se plantean si practicar o no Pilates.
Celeste Roldán, profesional de Pilates y formadora en Polestar Pilates España, es además Fisioterapeuta, doula y madre de tres niños, nos explica algunos ejercicios que se suele cuestionar si son aptos para las embarazadas:
¿Hay que evitar ejericios de arqueamiento de columna?
Las extensiones de columna son muy necesarias. La columna lumbar tiende a la hiperextensión y por esa razón es sumamente necesario distribuir el movimiento, facilitando y articulando en extensión la zona dorsal y caderas. Siempre hay que tener en cuenta cuál es la condición física de la mamá y cómo está evolucionando su embarazo, pero este tipo de ejercicios son de los que más agradecen las mujeres embarazadas porque disminuyen la tensión de la pared abdominal.
Abdominales, ¿sí o no?
La musculatura del abdomen cobra especial importancia en la mujer embarazada por dos razones fundamentales: el soporte de peso y su capacidad de distensión para permitir el aumento de volumen del útero. Es fundamental conseguir una correcta organización entre su función estabilizadora y movilizadora, pero para ello debemos buscar la forma correcta de realizarlos sin aumentar la presión intraabdominal, disminuir el espacio del bebé o sobrerreclutar el recto anterior, ya que de esta forma aumentaríamos el riesgo de aparición de diástasis abdominal.
En una primera fase, evitaríamos también movimientos que pudieran transmitir tensión o movimiento excesivo en la zona del útero, para respetar el período de implantación del embrión. Además de estos beneficios, un correcto trabajo abdominal conllevará la prevención de episodios de ciática, lumbalgia y disfunciones de suelo pélvico y ayudará a la recuperación postparto.
¿Cuidado con las palancas largas?
Obviamente no es lo mismo trabajar con una mujer embarazada que ya hacía Pilates antes de esperar su bebé, que hacerlo con alguien sedentario, que antes del periodo de gestación no hacía ejercicio de forma habitual. Como ocurre con todos los alumnos de Pilates, cada uno tiene una condición física, sus propias adaptaciones, limitaciones… y es el instructor de Pilates quien debe adecuar la sesión para proporcionar una clase adaptada a sus necesidades.
En el comienzo del entrenamiento con la futura mamá nuestro objetivo debe centrarse en conseguir o en mantener una correcta estabilidad articular, que evite la inestabilidad que pudiera aparecer por efecto de la hormona Relaxina. Cuando la musculatura estabilizadora trabaje correctamente, podemos usar palancas largas sin riesgo.
¿Cuidado con las palancas largas?
No todas las sesiones de Pilates para embarazadas deben ser privadas, también se puede trabajar en grupos, por supuesto dependiendo de las características personales de cada una y de cómo se esté desarrollando el embarazo. En esos casos, la experiencia del monitor es lo que va a hacer posible controlar a cada persona en un grupo evitando riesgos, como lo haría en cualquier otro caso.
La práctica de actividad física y en concreto de Pilates durante el embarazo, salvo excepciones concretas, es muy beneficiosa tanto para la madre como para el bebé. Por supuesto, acudir a un buen profesional del método, bien formado y que actualiza sus conocimientos, es garantía de calidad y por tanto de seguridad para ambos. Informarse bien sobre dónde se acude a realizar Pilates y con quién es un mensaje importante a transmitir a estas mujeres y a todos aquellos que quieran hacer Pilates de forma segura y con garantías.
Un buen profesional de Pilates está capacitado para adaptar las sesiones de Pilates de sus alumnos a las necesidades concretas de cada persona, independientemente de si están embarazadas o no. Por ello es importante conocer bien los procesos fisiológicos y anatómicos que ocurren en el cuerpo de la mujer embarazada, cómo estos cambios podrían modificar su situación y en qué medida los profesionales que trabajamos con el método Pilates podemos acompañar este período y mantener o mejorar su calidad de vida.
¿Tienes experiencia en Pilates con mujeres embarazadas? ¿Qué tal les ha ido?
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