Blog de Polestar Pilates
Cómo recuperarse tras un cáncer de mama
Todos sabemos que el cáncer de mama es una enfermedad grave, que tiene un impacto no sólo a nivel físico, sino también a nivel emocional y social, sobre todo entre las mujeres que lo padecen. El cáncer de mama afecta a más de 63.ooo personas y, en España, es la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres.
¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es un tumor maligno que aparece en el tejido de la glándula mamaria. Éstas células tumorales invaden los tejidos sanos de alrededor e incluso pueden alcanzar otros órganos, implantándose en ellos. Este tipo de tumores es el más frecuente entre las mujeres, si bien los hombres también lo puede padecer.
Los tumores en las glándulas mamarias pueden crecer de diferente forma:
Crecimiento local: Se trata de una invasión directa, crece afectando a otras estructuras vecinas como la pared torácica (músculos y huesos) y la piel.
Diseminación linfática: Los vasos linfáticos de la mama permiten el drenaje a varios grupos ganglionares, como los de la axila (ganglios axilares), los situados en la arteria mamaria interna (zona central del tórax) y los ganglios supraclaviculares (ubicados encima de la clavícula).
Diseminación hematógena: El crecimiento se produce a través de los vasos sanguíneos, normalmente hacia los huesos, el pulmón, el hígado y la piel.
ha creado un vídeo explicativo sobre esta enfermedad:
[youtube src="https://www.youtube.com/embed/aeT6qOyaHQU?rel=0"]
¿Qué sienten las personas intervenidas de cáncer de mama?
Cuando se pasa por una intervención de mama para extirpar un tumor cancerígeno, tanto la musculatura pectoral como la adyacente se dañan. En ocasiones, al tener que «limpiar» la zona afectada se pierde tejido mamario, músculo, parte de los ganglios de la axila que se encuentran en la parte superior de la mama y la axila, y también se puede llegar a perder hueso.
Las personas intervenidas de cáncer de mama suelen experimentar morbilidad del hombro y dolor debido a la pérdida de músculo. Muchas encuentran limitaciones para abordar las tareas del día a día y peinarse, asearse, vestirse, llevar un bolso o conducir pueden convertirse en una «misión imposible». En ocasiones es el dolor lo que produce estas limitaciones, en otras es la propia falta de movilidad articular la que les impide realizar estos movimientos tan sencillos, el linfedema o la pérdida muscular.
Cuando la cirugía requiere de una reconstrucción de la mama posterior a la extirpación, al utilizar otros tejidos del cuerpo para la misma, se suelen producir alteraciones en la estabilización y alineación corporal y para cuya recuperación se requiere de un programa de rehabilitación concreto.
Pilates y el cáncer de mama
Desde hace años sabemos que la actividad física moderada disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama. En el pasado se recomendaba a los pacientes de cáncer que hicieran reposo, evitaran cualquier esfuerzo físico y descansara. Ahora sabemos que la práctica moderada de actividad física es beneficiosa para estos pacientes y en especial para las mujeres, en las que tiene un efecto muy positivo.
Sin embargo, en España los pacientes oncológicos son dados de alta sin haber cumplido un programa de rehabilitación. Para poder ayudar a los pacientes de cáncer de mama, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) tiene en nuestro país el , un programa orientado a mejorar la movilidad en brazos y hombros, recuperar el equilibrio corporal, prevenir el linfedema, aumentar el bienestar físico y emocional y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La práctica de ejercicios suaves o moderados, como es el caso de Pilates, se traduce en una mejora a nivel físico y también a nivel psicológico y social. Según la la combinación de ejercicios aeróbicos con el trabajo muscular de fuerza-resistencia es muy recomendable. Con Pilates, al poder personalizar cada sesión para que el ritmo y la intensidad se adapten a las necesidades de cada persona, podemos ayudar a los pacientes de cáncer a que se sientan mejor.
Pilates ayuda a los pacientes de cáncer a…
… mejorar las repercusiones físicas de los tratamientos;
… regular el incremento de peso y de masa grasa;
… reducir la pérdida del tono muscular;
… disminuir la sensación de fatiga (1);
… aumentar la capacidad respiratoria (1);
… recuperar la autoestima con la creación de endorfinas;
… prevenir el linfedema (inflamación del brazo producida por la obstrucción de los canales linfáticos).
Todos podemos aportar nuestro granito de arena contra el cáncer de mama. ¿Tienes en tu estudio de Pilates alumnos que hayan padecido cáncer de mama? ¿Tienes dudas sobre cómo mejor atenderles? Cuéntanoslo para que podamos ayudarte.
(1)