Blog de Polestar Pilates
Cómo ayudar a los diabéticos con Pilates
El próximo 14 de Noviembre es el Día Mundial de la Diabetes; por ello aprovechamos esta ocasión para hablar de cómo el Pilates puede convertirse en una buenísima herramienta para las personas que padecen esta enfermedad, que son muchas. Las previsiones para dentro de 15 años hablan de 552 millones de diabéticos en el mundo.
No todos los diabéticos son iguales
Existen diferentes tipos de diabetes, que se clasifican en 4 tipologías clínicas:
Diabetes mellitus tipo 1 (DM1): Representa entre el 5% y el 10% de los casos de Diabetes Mellitus, aparece durante la niñez o la adolescencia, y quienes la padecen tienen una deficiencia de insulina, provocada por la destrucción de las células beta del páncreas.
Diabetes mellitus tipo 2 (DM2): representa entre el 90% y el 95% de los casos de Diabetes Mellitus y se asocia en un 90% con la obesidad. Este tipo de diabetes solía aparecer en personas adultas, con sobrepeso y en personas sedentarias, sin embargo, en los últimos 10 años , debido al cambio que se ha producido en los hábitos de vida entre los más jóvenes, el sobrepeso y el sedentarismo. Las personas que padecen diabetes tipo 2 tienen resistencia a la insulina y un déficit en la secreción de la misma.
Diabetes gestacional: La padecen las mujeres que tienen los niveles de glucosa altos durante el embarazo, pero que antes de estarlo no eran diabéticas. La diabetes gestacional, según cifras de 2014, tiene una prevalencia del 9,2%. Se sospecha que se produce por la acción que las hormonas de la placenta provoca sobre la absorción de la insulina en la madre.
Diabetes por otras causas: Hay otros tipos de diabetes relacionadas con la altetación genética de las células beta, defectos genéticos en la acción de la insulina, enfermedades pancreáticas, así como diabetes inducida por el consumo de químicos y fármacos relacionados con el tratamiento de otras enfermedades o después de pasar por un transplante de órganos.
Además del tipo de diabetes, cuando nos encontramos ante una persona diabética, tenemos que tener claro que la enfermedad se puede volver muy «particular» en cada caso y que lo que le sienta bien a un diabético no tiene por qué «caerle» igual a otro. Cuando hablamos de la práctica de actividad física TENEMOS QUE TENER EN MENTE ESTA PREMISA.
Diabetes y Actividad Física
No todos los diabéticos escuchan a su médico cuando éste les indica que la práctica de actividad física es fundamental para el control de su enfermedad. Puede que sea porque no tienen el hábito de realizar algún deporte o porque teman sufrir una hipoglucemia (descenso del nivel de glucosa en sangre) debido al consumo energético que se produce al hacer ejercicio.
Sin embargo, la práctica de actividad física de forma regular es básica para mejorar el control de la diabetes y contrarrestar los efectos que la enfermedad, con el paso de los años, provoca en el organismo de quien la padece. Incluir la práctica de actividad física en la rutina diaria de las personas diabéticas verdaderamente puede marcar la diferencia en su calidad de vida. Si bien las organizaciones y asociaciones de la salud en todo el mundo recomiendan realizar actividad física al menos tres días a la semana, unos 150 minutos semanales, en el caso de los diabéticos sabemos que la vida ordenada y la rutina son factores determinantes en el cuidado de su salud. Por tanto, la práctica de ejercicio será mucho más beneficiosa si se practica todos los días y a la misma hora, de forma que cada persona pueda ajustar su tratamiento médico y la alimentación, para controlar sus cifras de glucosa en sangre.
¿Qué tipo de ejercicio beneficia a los diabéticos?
Sin ninguna duda, el ejercicio aeróbico debería ser obligatorio para las personas que padecen diabetes. Favorece la abosrción de la insulina, haciendo que el cuerpo le «saque mayor provecho».
Cuando realizamos ejercicio aeróbico además mejoramos la circulación y disminuimos el riesgo de padecer enfermedades del corazón ya que reducimos el nivel de glucosa en sangre y la presión arterial. Además, el ejercicio aeróbico mejora los niveles de colesterol. Las personas diabéticas tienen predisposición a sufrir estas patologías por lo que la prevención mediante actividad física aeróbica es básica.
La intensidad del ejercicio aeróbico a realizar por pacientes diabéticos se recomienda sea moderada, lo que supone que la persona podría mantener una conversación mientras realiza el ejercicio sin perder el aliento. Las actividades demasiado vigorosas podrían provocar hipoglucemias y desmayos en personas diabéticas si no están acostumbradas y no han previsto el gasto energético que dicha actividad pueda suponer para su organismo. Si la persona no está acostumbrada a practicar ejercicio, lo mejor siempre es ir de menos a más, comenzando con una actividad aeróbica suave e ir incrementando la intensidad según la persona se vaya habituando y ajustando su tratamiento médico y alimentación.
El entrenamiento de resistencia también resulta básico para las personas diabéticas. Los ejercicios de fuerza hacen que el cuerpo sea más sensible a la insulina disminuyendo el nivel de glucosa en sangre. Cuando las personas que padecen diabetes integran un entrenamiento de resistencia en su día a día requieren menos insulina, teniendo que adaptar el tratamiento médico y la alimentación.
Los beneficios que un entrenamiento de resistencia suponen para los diabéticos son claros: ayuda a tener músculos y huesos fuertes y reduce el riesgo de fracturas de hueso así como la osteoporosis. Los ejercicios de fuerza al aumentar la masa muscular, lo que implica un mayor consumo de calorías incluso cuando se está en reposo.
Evitar la pérdida de masa muscular con el paso de los años y como efecto secundario de la diabetes previene a las personas diabéticas de sufrir neuropatía periférica. La neuropatía periférica es un problema neurológico en el que los nervios periféricos que llevan información desde y hasta el cerebro no funcionan correctamente; se puede producir en uno, varios o todos los nervios. Los síntomas pueden ir desde el hormigueo y el entumecimiento en extremidades inferiores y/o superiores, a problemas musculares generando dificultad en el control de los músculos o debilidad; también puede causar daño en otros órganos del cuerpo, como en el estómago, dificultando la ingesta de alimentos o produciendo acidez, o en el corazón (la angina es un síntoma de cardiopatía o ataque cardiaco).
Los ejercicios de estiramiento no están especialmente indicados para la diabetes, pero incluirlos en la rutina de entrenamiento también es positivo. Con su práctica mantenemos flexibles las articulaciones y evitamos la rigidez, ayudando a reducir la probabilidad de sufrir lesiones durante la práctica de otras actividades.
Diabéticos Pilateros
Si no tienes alumnos en tu estudio de Pilates o centro de entrenamiento que padecen diabetes, quizás deberías plantearte cómo atraerles para que empiecen a practicar ejercicio contigo. El Pilates es una fantástica herramienta para ellos, para mejorar su salud y su calidad de vida. Además son clientes muy agradecidos, pues una vez que integran el ejercicio en su rutina diaria, sienten cómo sus glucemias en sangre mejoran, incrementan su nivel de energía y se encuentran mucho mejor. Ayudarles a integrar el ejercicio en su día a día puede suponer una gran diferencia en su salud futura; por eso, como profesional de Pilates, debes convencerles de que está en su mano, con tu ayuda, que cambien sus hábitos de vida.
Cuando una persona diabética se acerque a tu centro de Pilates y comience a entrenar contigo, ten en cuenta esta serie de consejos para evitar las bajadas de azúcar (hipoglucemias) y que realice actividad física de forma segura.
Este fin de semana, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, se celebra en todo España diferentes eventos relacionados con esta enfermedad, como carreras solidarias, charlas, etc.
Puedes consultar qué actividades se van a celebrar en tu zona y animarte a participar en el o en la . Es una buena forma de darte a conocer entre el colectivo de pacientes diabéticos y de poder ayudar como profesional de la actividad física.
¿Te animas?