Blog de Polestar Pilates

Pilates e incontinencia urinaria ¿vale de algo?

Los problemas de incontinencia son mucho más habituales de lo que puedas pensar. Y sí, también afectan a los instructores de Pilates. ¿Quién no ha sufrido alguna vez una pérdida de orina durante un entrenamiento, en un ataque de risa o al realizar un sobre-esfuerzo? Si quieres saber por qué se producen estas pérdidas y qué puedes hacer para remediarlo, este post es para ti.

 

La incontinencia, sin embargo, es un tema bastante tabú. Las pérdidas se sufren en silencio, como decían en el anuncio de las compresas. Los profesionales de la salud y de la actividad física exponen la necesidad de trabajar el suelo pélvico para prevenir este tipo de problemas, pero ¿de verdad estamos capacitados para contraer el suelo pélvico de forma consciente?

 

Crear una organización motora espontánea, igual que en Polestar hablamos de generar esta organización espontánea en el movimiento, es fundamental para prevenir y evitar el problema de la incontinencia. Para tratar este tema, contamos con Brent Anderson, Fundador y Presidente de Polestar Pilates, y nuestra educadora internacional Christy Idavoy, quienes han investigado cómo afecta el movimiento a la incontinencia y han hablado sobre ello en el webinar The power of your flower.

Tipos de incontinencia urinaria

Existen tres tipos de pérdidas de orina, si bien es posible que en una misma persona se den diferentes tipos al tiempo, lo que se denomina incontinencia mixta.

 

 

Sistema de control de la vejiga, sistema urinario femenino.

El aumento de la presión en la vejiga supera la presión uretral por el fallo en los mecanismos de resistencia de la uretra y se produce la fuga de orina.

 


Incontinencia urinaria de esfuerzo:
Es la que se produce durante la práctica de ejercicio, al toser o estornudar o cuando nos reímos.

Incontinencia imperiosa: Es la necesidad imperiosa de orinar, con urgencia. Se produce una contracción en la vejiga que hace que se escape la orina, antes de que a uno le de tiempo a llegar al baño.
Incontiencia por rebosamiento: Se trata de una pérdida por goteo tras la micción y que se produce porque la vejija no se ha vaciado completamente.

Los problemas de incontinencia se pueden dar de forma temporal y desaparecer repentinamente al poco tiempo. Esto suele darse cuando se pasa un periodo de reposo en cama por enfermedad, por el consumo de algunos medicamentos (diuréticos, antidepresivos, antihistamínicos e incluso algunos para tratar los resfriados), durante el periodo de gestación, por inflamación de la próstata o las vías urinarias, estreñimiento grave o por aumento de peso.

Cuando los problemas de incontinencia se alargan en el tiempo, pueden deberse a enfermedades más graves, como el cáncer de vejiga, próstata grave, esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular y otras afecciones neurológicas, depresión, espasmos en la vesícula, lesiones en la columna, debilidad del esfínter, depresión o próstata grande.

En el contexto del movimiento,  los problemas de pérdida de orina son del tipo de incontinencia de esfuerzo y se producen como resultado de la presión que se ejerce sobre la vejiga al realizar ejercicio, durante la práctica sexual u otros esfuerzos. Esta presión intra-abdominal está regulada por el suelo pélvico, el cual se puede entrenar de muchas maneras, y no sólo con los conocidos ejercicios de Kegel. Si identificamos ciertos patrones, podemos trabajar el suelo pélvico  para prevenir o mejorar la fugas de orina de este tipo. Sin embargo, no todos saben cómo contraer el suelo pélvico.

 

Quizás pienses que un instructor de Pilates o un Entrenador Personal sabe cómo se contrae el suelo pélvico, pero tras realizar un estudio con una muestra de estos profesionales, los resultados muestran que existe mucha confusión.

 

Hay 3 tipos principales de contracciones:

Contracción Volitiva: es una contracción deliberada del suelo pélvico y el tejido circundante.
Contracción Mecánica (elasticidad): son las resultantes de la presión ejercida durante una respiración regular.
Contracción Espontánea: es la elevación espontánea del suelo pélvico que se produce cuando estamos de pie.

 

Según el estudio publicado en 2015 por Coleman TJ, Nygaard IE, titular de la DN, Egger MJ y Hitchcock R, «La presión intra-abdominal durante Pilates: poco probable que cause daño del suelo pélvico», de entre 45 mujeres en posición supina en reposo, el 45% (un total de 20) empujó el suelo pélvico hacia abajo en lugar de hacia arriba. Realizando una ecografía intra-vaginal pudieron medir la presión que se aplicaba sobre el suelo pélvico durante la práctica de diferentes rutinas de Pilates.

 

Presión ejercida sobre el suelo pélvico durante rutinas de Pilates

Presión ejercida sobre el suelo pélvico en rutinas de Pilates

 

 

Brent Anderson Hadar Shwartz obtuvieron los mismos resultados en cuanto a la presión ejercida sobre el suelo pélvico, tras observar a más de 250 mujeres en posición supina. Para aliviar esta presión sobre la zona, la recomendación es relajarse.

Brent Anderson realizando un estudio sobre el suelo pélvico en la reunión de la PMA

Brent Anderson realizando un estudio sobre el suelo pélvico con un ecógrafo.

 


Durante el trabajo de entrenamiento volitivo en el estudio realizado con profesionales de Pilates, los resultados mostraron que el 45% no logró los efectos sobre el suelo pélvico que esperaba gracias a los ejercicios de suelo pélvico. Consideraban que estaban elevando su suelo pélvico, cuando en realidad hacían lo contrario, provocando que cayera. Del estudio podemos extrapolar que el uso de indicaciones visuales y verbales no resulta demasiado efectivo a la hora de lograr una contracción del suelo pélvico adecuada.

Del estudio se deduce también que  el trabajo de respiración que realizamos en Pilates mediante el movimiento, los ejercicios de elongación y para el diafragma parecen resultar más efectivos para realizar una contracción correcta del suelo pélvico.

 

Brent Anderson subraya que nuestros patrones de comportamiento nos pueden llevar de forma rutinaria y engañosa a aplicar presión o apoyo en lugares donde no se debería ejercer. Por ejemplo, ¿el suelo pélvico puede ser hipertónico debido a un descolgamiento de la pared abdominal anterior?  Para estimular la presión que faltan sugiere usar una  cinta de Kinesio (Kinesio Tape) para  pellizcar y plegar la pared simulando la presión faltante. Mediante una respiración diafragmática se puede realizar exactamente lo contrario, aliviando y dispersando la presión ejercida sobre el suelo pélvico. 

 

El exceso de tono en el suelo pélvico

Christi Idavoy de Polestar Pilates

Christi Idavoy, educadora de Polestar Pilates en Estados Unidos.

 

La experiencia personal de Christi Idavoy nos sirve de ejemplo para ver cómo podemos tratar los problemas que puede ocasionar una hipertonía del suelo pélvico. En su caso, el problema era un exceso de tono en el suelo pélvico que, al quedarse embarazada, no le permitiría tener un parto vaginal.

 

Pamela Downey, profesora adjunta de terapia física en la Universidad de Miami, le recomendó un ejercicio de cuclillas en concreto. En posición de cuclillas profunda, con el apoyo de una polea, muelle, o con el marco de la puerta hay que deslizarse hacia abajo en la posición en cuclillas sin perder el apoyo. A continuación, se trata de permitir que el suelo pélvico se relaje lo máximo que pueda sin forzarlo, mientras se visualiza cómo se va liberando la tensión en la zona.

 

¿Contraer o no contraer el suelo pélvico voluntariamente?

Para Celeste Roldán, educadora de Polestar Pilates España y responsable en las formaciones sobre Pilates y embarazo, la respuesta es clara:  «Si nos limitamos a enseñar la contracción de la musculatura  del suelo pélvico de forma voluntaria, no lo integramos en nuestros movimientos del día a día. Es decir, una persona que aprende a contraer su suelo pélvico voluntariamente probablemente no podrá evitar las pérdidas de orina cuando haga deporte o esté distraída en otra cosa, con lo cual no es una vía efectiva. Lo ideal, como ocurre con el resto de la musculatura estabilizadora, es que se organice para activarse cuando es necesario, y eso sólo se consigue a través de la reeducación funcional, integrando el suelo pélvico en todos y cada unos de nuestros movimientos. Un suelo pélvico es eficiente cuando conserva capacidad de contracción y de elongación según la demanda de nuestro cuerpo en cada momento, y eso no se puede entrenar de forma aislada.»

 

Cuando encontramos la armonía en nuestro cuerpo, éste mejora. La armonía nos la da el movimiento eficiente que trabajamos habitualmente en Pilates. En Polestar Pilates seguimos investigando sobre el suelo pélvico y en la búsqueda de esa eficiencia para lograr un buen equilibrio interno y externo en nuestro cuerpo.

 

¿Tienes clientes con incontinencia urinaria? ¿Qué haces para ayudarles a controlar y mejorar su problema? 

 

Texto basado en el artículo original publicado por Polestar Pilates Education: Can Pilates help with Incontience?
Imagen «componentes del sistema de control de la vejiga (sistema urinario femenino), propiedad del Instituto Nacional de Diabetes, enfermedades digestivas y de riñón. {{PD-USGov-NIH}}

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